3489-Yo moriré pobre pero feliz

Hoy es un día cualquiera y yo estoy feliz. No pensé estarlo un día como hoy y bueno, hace un año fue uno de los mejores días de mi vida y no porque Supermodelo me proporcionara la felicidad pero sí porque pasaron otras cosas. A veces las personas evolucionan, crecen, olvidan pero yo además de todo eso pienso y digo: me tengo que sentir feliz. No porque lo pienses lo vas a estar directamente, pero yo creo que eso ayuda.
Además, me he quitado mucha negatividad de encima que no es nada buena y ahora mi vida es más dulce. Pero la vida tampoco tiene que ser totalmente dulce porque se puede volver melosa y tiene que tener, por tanto, algo de chispa. Yo busco mi chispa aquí, allá, en lugares, muchos lugares.
Pero como he dicho antes hoy es un día especial y os contaré un cuento por ese motivo:
Érase una vez un chico que se despertó un día prontísimo para ir a un sitio que era su sueño. Él estaba nervioso y pensaba que era por ir a ese sitio y pasar una dura prueba y también ver a determinados ídolos, pero realmente no sabía que lo estaba porque por la tarde había quedado con alguien. El chico fue a esa prueba, con el número 3489 y se lo pasó bien, conoció a sus ídolos pero los nervios no se le pasaron. Por la tarde quedó con esa persona y comenzó la magia...magia que más tarde se convertiría en fango, barro, suciedad, lágrimas. Ahora el chico escribe pero tras mucho tiempo es feliz, con sus cosas como todo el mundo, pero feliz. Colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Espero que extraigáis moraleja puesto que todo lo que escribo la tiene.
Yo moriré pobre pero feliz