jueves, 5 de marzo de 2009

Miracle

Hoy me he comprado un espejo. En él me veo reflejado pero existen dos tipos de reflejos: uno antiguo y otro moderno y quizá si tengo suerte también veré el futuro. El pasado siempre lo sabemos, el presente lo hacemos y el futuro lo anhelamos. Si supiéramos nuestro futuro todo sería mucho mejor y por eso yo a veces pienso en él. Saber el futuro supondría tener poder y creo que es por eso que mi película favorita es "La máquina del tiempo". Con una máquina del tiempo podría viajar al futuro y ver que va a ser de mí, pero no puedo; mi única forma es intentar ver mi reflejo. Y eso hago, pensarlo, anhelarlo, imaginarlo, fantasear.
A veces durmiendo sueño con mi futuro y me veo ahí como si de una película se tratara, como si me quedara mirando el espejo y viera un guión representado en él. Cuando me despierto pienso si será así, si mi sueño estará en lo cierto pero sé que no que es un sueño y luego todo cambia. Nunca el futuro es como queremos, simplemente viene. Ni siquiera los meteorólogos ni físicos ni nadie es capaz de predecirlo.
Mis amigos me regalaron unas cartas con las que se supone que puedo predecir el futuro, algo han acertado y otras cosas no. Pienso que ni eso puede hacerlo pero...¿entoncés cómo saber qué nos depara? Con mirar a un falso espejo no es suficiente por lo que la mejor manera es mantenerse espectante.
Hoy he soñado que me perdía en el bosque y era como una hormiga entre la hierba. Además luego he soñado que me encerraban con todo tipo de animales: linces, osos, ratas y debía superarlas. Los sueños hay que tenerlos en cuenta siempre porque algunos son dignos de ser analizados y poca gente lo hace.
Un día muchos de esos sueños se hacen realidad por suerte o por desgracia ya que también existen las pesadillas.

2 comentarios:

  1. Me gusta que te hayas creado un blog. Pero no actualices todos los días que me pierdo!

    el futuro a veces es mejor no saberlo y simplemente anhelarlo. Porque no podríamos vivir sabiendo lo desgraciados que seremos

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  2. Si yo analizase mis sueños creo que me rompería en pedazos. Los sueños no son más que láminas de cristal muy frágil enterrado bajo tierra. Exactamente igual que los recuerdos, que existen porque los pensamos, no porque sean un hecho.

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